jueves, 26 de junio de 2014

Dime qué usas y te diré si te hablo

Hoy en día se vive una realidad social en la cual los universitarios perciben que sus carreras son un factor decisivo en la toma de decisiones que existen en las relaciones humanas, especialmente en aquellos que tomamos elegimos la disciplina de la mercadotecnia. Actualmente los productos y servicios llenan los ojos de todo el mundo, no importa dónde estés, el marketing y la publicidad son los protagonistas al parecer ser prometedoras carreras en este mundo consumista en el que somos participes.

Cada día miles de personas se devanan los sesos para crear nuevos productos, accesorios, servicios, etc, todo con tal de ponerlos a disposición de las personas, creando una supuesta necesidad en la sociedad que realmente no es importante. Desafortunadamente estos productos o servicios no tienen ningún valor real, es simplemente un valor estimado, valor al cual se mide por el status o el precio que este represente para el consumidor.

 Actualmente la situación social es lo que hace la diferencia entre los seres humanos, no sólo con el efectivo se logra ser de la alta sociedad, de acuerdo con la comercialización deben pasar tres generaciones las cuales mantengan el capital y el estilo de vida para poder cambiar a una clase social, a pesar de que sus ingresos son buenos, el "Cómo" y "Quién" es lo que realmente definirá la clase, independientemente de sus cuentas bancarias.

 Y aquí es donde yo me pregunto, son estos productos o servicios realmente necesarios o sólo sirven para hacer la diferenciación entre las personas, acrecentar las deudas de los que no tienen para así lograr aparentar en este mundo.

Un ejemplo es la triste realidad del mexicano, el cual se preocupa principalmente por la apariencia que dé a la sociedad antes que su cuidado o su necesidad prima, vemos carros del año pero un hogar descuidado a punto de desmoronarse, niños que llevan días sin alimentarse pero con un celular de alto coste en el mercado, empleados que se desviven día y noche laborando para conseguir un salario relativamente “suficiente” para vivir y pagar lo básico pero que en cuanto llega la quincena el individuo ya lo gasto en lujos e insumos innecesarios favoreciendo al incremento de deudas, la ausencia de ahorro y la proyección a una vida más tranquila.

Pero entonces ¿cuál es el punto? De verdad es necesario quebrantar la naturaleza del humano obligándolo a actuar de manera que favorezca a grandes empresas consumistas, me pregunto si será posible pasar la vida con un par de pantalones, un par de zapatos y una camisa siendo que es lo que realmente se necesita para vivir.

 Licenciados, empresarios, clientes, colegas mercadólogos utilicemos con sabiduría los conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra formación, de manera que ejerzamos con ética la aplicación de ellos, para ser ejemplo y testimonio contra corriente a lo que el mundo nos presiona hacer, recordando que la vida no es una competencia, la felicidad no la hace el dinero y que no es tan importante ni valioso lo que se tenga en la cartera sino lo que se encuentra en nuestra mente y en nuestro corazón.

 Referencias:
 • http://www.merca20.com/la-importancia-de-la-apariencia-discriminacion-por-la-ropa-que-usas/
http://www.merca20.com/que-fue-primero-el-consumismo-o-la-mercadotecnia/
http://pienseloustedmismo.wordpress.com/2011/01/27/consumismo-y-mercadotecnia-la-vida-en-exceso/
http://hectorvillarreal.wordpress.com/2012/11/16/consumo/

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